Alternativas a la sal

Si estás a dieta, si sufres retención de líquidos o si eres hipertenso, seguramente el médico te ha recomendado que reduzcas la cantidad de sal en tu dieta. Una indicación que también deberían seguir el resto de personas, ya que, por lo general, solemos consumir más sodio del que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). La media de los españoles se sitúa en los 10 gramos de sal diarios, y según la OMS deberíamos tomar menos de 5 gramos al día. ¡Ya ves que nos pasamos bastante!

¿Qué riesgos tiene consumir demasiada sal?

- Aumenta la tensión arterial

- Puede conllevar enfermedades vasculares y del corazón

- Puede producir enfermedades de hígado y riñones

- Puede provocar retención de líquidos, sobrepeso y obesidad

Acostúmbrate a echar un vistazo a las etiquetas de los productos en el supermercado, ya que existen alimentos procesados que aportan demasiada cantidad de sal en una sola comida (en algún caso incluso un 80% de la cantidad diaria recomendada).

Alternativas a la sal ¿Sabores tradicionales o exóticos?

 Existen hierbas aromáticas, cítricos o especias que potenciarán el sabor de tus comidas y los harán tan apetecibles como siempre pero con menos sal.

- Prueba con algunas especias como el tomillo, el romero, la albahaca, el laurel, el hinojo, el orégano, la salvia, el eneldo, la menta, la hierbabuena, la nuez moscada o elestragón, típicas en nuestra dieta mediterránea. Combinan perfectamente con lo que le eches, tanto pasta y verdura, como carne y pescado: cordero con romero, pollo con estragón, merluza con hinojo, salmón con eneldo…

- Prueba con condimentos nuevos, es decir, crea combinaciones de ingredientes y sorprende al paladar: ensaladas con menta, pato con clavo, pollo con canela, lenguado con ajedrea… Junto a jugo de limón o de naranja, notaremos menos la falta de sal.

- Las gastronomías india, árabe u oriental nos traen también hierbas de sabor intenso y característico que darán un toque exótico y sabroso. Curry, cúrcuma o cardamomo son algunos ejemplos que junto a judías, lentejas, rape o patatas pueden sorprenderte.

Recuerda que las hierbas aromáticas, tanto frescas como secas, debes guardarlas en preferiblemente en tarros de cristal herméticos. Las frescas incluso puedes mantenerlas en la nevera o el congelador.

Mezclándolas con aceite de oliva y dejándolo macerar unas horas obtendrás aceites aromáticos deliciosos para ensaladas, pastas y verduras. ¡Pruébalo!

Nosotros solemos añadir sal en las recetas, pero recuerda que todo queda siempre bajo tu criterio, y que puedes elegir la cantidad de sal que quieres añadir o incluso puedes eliminarla si has decidido retirarla de la dieta.

¡Dale un toque creativo a tus comidas e intenta realizarlas con alguna de las propuestas que hoy te hemos ofrecido!


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